ESCRITOS SOBRE ARTE MEXICANO - Libro en Línea |
Redacción, el 18/07, 2000 Jean Charlot
© 1991-2000
Peter Morse, John Charlot, y/and the Dorothy Z. Charlot
Revocable Trust
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ÍNDICE
Introducción
México
de los Humildes
El
Movimiento Actual de la Pintura en México
El Movimiento Actual de la Pintura en México
El Egoísmo Individualista
Los Retardatarios.--El Clasicismo.--El Academismo y sus
Falsas Glorias.--La Anarquía.--El Nacimiento del
"MEXICANISMO"
Aspectos Comparativos de la Orientación al Clasicismo
de la Moderna Pintura Europea y Mexicana: Primer Cuadro
Gráfico por el Ingeniero Juan Hernandez Araujo
La Influencia Benéfica de la Revolución Sobre
las Artes Plásticas
El "Nacionalismo" como Orientación Pictórica
Intelectual
Un
Escultor: Manuel Martínez Pintao
Carta
al Sindicato de Pintores y Escultores Revolucionarios
Las
Pinturas de la Escuela Nacional Preparatoria
Prólogo
como Presentación de un Grupo de Grabadores en
Madera
El
Grabado en Madera y los Artistas Tapatíos
Notas
sobre la Conversación con Doña Carmen Rubio de
Vanegas Arroyo
Un
Precursor del Movimiento del Arte Moderno: el Grabador
Posadas
La
Estética de las Danzas Indígenas
El
Papel de Rafael Yela Gunther en el Actual Movimiento de
Arte
Prólogo:
José Guadalupe Posada
Pinturas
Murales Mexicanas
Para
las Gentes de Buena Voluntad
Asimilando
Manuel
Manilla, Grabador Mexicano
Nota
sobre Manuel Manilla
David
Alfaro Siqueiros: Un Verdadero Rebelde en Arte
Modelado
Fermín
Revueltas
Nota
sobre la Pintura Mural de los Mayas
Los
Bajorrelieves del Templo de los Guerreros
José
Clemente Orozco: su Obra Monumental
José
Guadalupe Posada, Grabador Mexicano
Carlos
Mérida, Maestro Consciente de su Arte
Stefa
Brillouin
Juan
Cordero, Muralista Mexicano
Entrevista
en la Estación de Radio XED
Dos
Cartas
El
San Cristóbal de Santiago Tlatelolco, Palimsesto
Plástico
Cien
Grabados en Madera de José Guadalupe Posada
Exposición
de Tapicería Religiosa de Lola Velásquez
Cueto
Los
Papeles "Picados" de Lola Cueto
Aguatintas
de Lola Cueto
Galo
Galecio, Grabador Ecuatoriano
Prólogo:
Alfredo Zalce, Estampas de Yucatán
Prólogo
a Retrato de la América Latina hecho por sus Artistas
Gráficos
Mowentihke
Chalman/Los Peregrinos de Chalma: Pieza para
Muñecos
Carta
a Alberto Beltrán
Recuerdo
de Leopoldo Méndez
Carlos
Mérida, Coloso del Arte Mexicano
La
Época Xavier Guerrero
Carta
a Helga Prignitz
Carta
a Carmen Barreda
Notas
Bibliográficas
Libros
de Jean Charlot sobre Arte
Apéndice:
Frances Kartunen: Mowentike Chalman/Los Peregrinos de
Chalma de Jean Charlot
Los
Editores
Introducción
A mis queridos
compañeros con los cuales quisimos crear art
mexicano -- Esta
prueba de que tal arte ya nacido desde siglos goza siempre
de muy buena salud.
|
De un ensayo
incompleto de 1925
|
El presente volumen contiene todos los escritos completos que Jean
Charlot redactó en español. Incluye, además,
algunos otros que, si bien importantes, son menos
formales.1 Los textos originales
fueron principalmente compuestos durante los años que el autor
vivió y trabajó en México: 1922-1928 y
1945-1947. Abarcan muchos aspectos del arte mexicano, desde danzas
indígenas hasta la maestría de los grandes pintores
muralistas. Charlot creó diecinueve libros y varios cientos de
artículos, la mayor parte de ellos en lengua inglesa.
Podría ser muy conocido hoy sólo como historiador de
arte, si nunca hubiese dado una pincelada.
Jean Charlot nació en París, en 1898, y allá
mismo aprendió el idioma español siendo todavía
un niño. Descendía, por el lado materno, de los Goupil,
familia francesa establecida en México hacia 1830. La abuela
de su madre, María Benítez Meléndez (1811-1875),
esposa de Victor Joseph Goupil (1806-1884), tenía ascendencia
azteca. El conocimiento de México y su lengua estaba
considerado como parte fundamental del patrimonio familiar. En los
años juveniles del artista, los Charlot tenían
parientes en México y comúnmente recibían
huéspedes mexicanos. Los mexicanistas franceses
Désiré Charnay y Auguste Génin se encontraban
entre las visitas habituales de la familia del artista. El joven
Charlot desarrolló una conciencia superior respecto del
carácter único de la lengua española. A los
ochenta y tantos años, Charlot podía escribir en cinco
idiomas diferentes (francés, español, inglés,
náhuatl y hawaiano) y experimentó las distintas
cualidades de cada lengua y cultura; no obstante, su estilo
permaneció siempre personal, hasta en lo
ideosincrático, en cada una de ellas. En español, por
ejemplo, Charlot, y también Rivera, utilizó palabras
arcaicas como delectar, delectación, y
anonimidad (más fieles a la forma latina, base
común del español y del francés) y giros
idiomáticos originales o basados en el lenguaje popular del
México de su tiempo. El lector encontrará
también palabras extranjeras y expresiones basadas en el
francés y, más adelante, en el inglés. En
nuestro trabajo de edición, hemos tratado de respetar al
máximo los textos originales, corrigiendo solamente los
errores evidentes y regularizando la puntuación en algunos
casos. Hemos mantenido las erratas en los nombres sólo cuando
lo hemos considerado con significado histórico. Agradecemos al
poeta Jorge Lobillo, a las señoras Luz Marina Barnard y Marta
Gonzalez por su valiosa ayuda con el español de los
textos.
Cuando Charlot llegó por primera vez a México en
1921, ya había publicado varios artículos en
francés. Hablaba bien el español, pero no tenía
plena confianza para escribirlo literariamente. Sus primeras
impresiones las vertió en francés y su amigo Diego
Rivera las tradujo al español. La prosa "México de los
Humildes", sin embargo, nunca se había publicado (hasta ahora)
en español o en francés: apareció, en la propia
versión inglesa de Charlot, en 1926.
Al principio, Charlot escribía el borrador en
francés y luego realizaba el texto definitivo en
español. Su artículo "Pinturas Murales Mexicanas",
publicado en 1926, parece ser el primer texto escrito enteramente en
español, ejercicio que prosiguió a partir de ese
momento y ese manuscrito. Profesaba un afecto especial por la lengua
y la literatura mexicanas. Sentía que los mexicanos
conservaban formas arcaicas de hablar que ya se habían perdido
en España. En una ocasión, dijo: "¡Cuando se lee
Don Quijote con pronunciación mexicana, es
verdaderamente hermoso!" Consideraba la influencia indígena un
ingrediente esencial de la cultura mexicana. Siempre hablaba con
admiración de escritores como José Joaquín
Fernández de Lizardi, José Vasconcelos, Mariano Azuela
y Gregorio López y Fuentes. Posteriormente, ilustró las
ediciones en idioma inglés de El Periquillo Sarniento y
El Indio.
La fama mundial de Charlot está basada principalmente en
los murales que pintó en México; en especial, "Masacre
en el Templo Mayor" de la Escuela Nacional Preparatoria, finalizado
el 31 de enero de 1923, y los tres frescos (uno de ellos destruido
después) del segundo patio en el edificio de la
Secretaría de Educación, que terminó el 2 de
octubre de 1923. Por estos trabajos monumentales percibió un
sueldo de ocho pesos diarios. En sus archivos, hay dos recibos de
pago firmados por él:
RECIBÍ de la Pagaduría General de la
Secretaría de Educación Pública, la cantidad
de $80.00 (OCHENTA PESOS), importe de mi sueldo como Inspector de
Dibujo de las Escuelas del Ayuntamiento que pasaron a depender de
la Secretaría de Educación Pública a
razón de ocho pesos diarios y por el periodo comprendido
del 11 al 20 de Julio del corriente año. El nombramiento
que acredita este recibo ha sido extendido con fecha 11 de Marzo
de 1922.
México, 20 de Julio de 1922
[firma] Jean Charlot
Recibo de la Caja de la Escuela N. Preparatoria la cantidad de
$200.--Doscientos pesos oro nacional como resto de los
cuatrocientos que importa el pago del decorado que ejecuté
en dicho plantel.
México, 25 de Enero 1923
[firma] Jean Charlot
Sus primeros textos publicados en español fueron escritos
con la colaboración de su amigo de toda la vida, David Alfaro
Siqueiros. Ambos jóvenes artistas escribieron una serie de
cinco artículos para el periódico El
Demócrata, con el seudónimo de "Ingeniero Juan
Hernández Araujo". Era costumbre, en aquel tiempo, usar un
seudónimo para criticar contemporáneos (por ejemplo, en
los famosos artículos escritos por Obregón y Carranza
de la misma época). Siqueiros y Charlot trabajaban tan
estrechamente y con tanta armonía en sus ideas que es
imposible distinguir el estilo de dos escritores diferentes. En El
Renacimiento del Muralismo Mexicano 1920-1925 (México,
Editorial Domés, 1985, pp. 239-240), Charlot
escribió:
Hernández Araujo, defensor de Charlot y Siqueiros,
nos dio en El movimiento actual de la pintura en
México el único examen histórico de arte,
realmente contemporáneo de los comienzos del movimiento.
Contribuye al interés del trabajo el saber que sus cuatro
entregas, publicadas en El Demócrata entre el 11 de
Julio y el 2 de Agosto, fueron un engaño literario. En esa
época, Siqueiros y yo vivíamos juntos en la Colonia
Roma. A medida que se alargaban nuestras charlas,
coincidían nuestros puntos de vista. La crítica del
arte mexicano nos parecía inadecuada y decidimos darle un
empujón. Para dar al texto la autoridad de que
carecían los apellidos de dos modernistas que apenas
emergían, escogimos el impactante seudónimo de
ingeniero Juan Hernández Araujo. El seudónimo
era también una jugada inteligente, en la medida en que el
ingeniero no salvaba a nuestros amigos ni se inhibía para
proclamar nuestro valor.
A pesar de que Charlot y Siqueiros deseaban claramente continuar
con sus comentarios, el periódico los detuvo después de
sólo cinco artículos.
Ya con más confianza en el idioma español, Charlot
comenzó a escribir con regularidad sobre muchas facetas del
arte mexicano. Elogiaba a sus contemporáneos: Orozco,
Mérida, Revueltas, Pintao y Günther. Analizó
muchos aspectos del arte indígena mexicano. Defendió
vigorosamente los murales de la Escuela Nacional Preparatoria, que
fueron atacados por estudiantes de la misma Escuela. (Ellos le
abrieron las páginas de su propio periódico). Estos
ensayos apasionados se encuentran entre sus trabajos más
originales. Sin el uso de clichés o expresiones
convencionales, logra una alta y poderosa retórica. Frases
fuertemente rítmicas, de inusual pero expresiva sintaxis,
encauzan las emociones del escritor junto con sus pensamientos. Esta
complejidad de expresión coloca profundamente estos ensayos
cortos dentro de manifiestos cargados de la preocupación
central de Charlot por la vitalidad del arte mexicano.
Se ha dicho en el acervo documental contemporáneo de
Charlot y posterior a él que sus ensayos son exposiciones
fundamentales y medios de difusión del movimiento
artístico mexicano. En una entrevista el 29 de enero, 1971,
Carlos Mérida afirmó: "sus escritos eran muy comunes
dentro del momento." Estos aspectos de sus escritos han sido la
continuación de sus trabajos anteriores en Francia.
Allá, él utilizó sus crónicas para
explicar el nuevo movimiento litúrgico, en el que
participó, de manera que el público pudiera entenderlo
y, por tanto, apreciarlo. Durante el resto de su vida escribió
provechosos artículos de este tipo. Un poderoso
espíritu positivo alentó siempre, en ese sentido, sus
esfuerzos. Aunque a veces atacaba a los críticos que se
hallaban fuera del círculo de los artistas, Charlot se cuidaba
de censurar a los que estaban dentro de ese medio (excepto en los
artículos de Araujo), aun cuando fueran sus opositores.
Si Charlot no hubiese escrito nada más, de todas maneras
habría sido famoso por haber descubierto a José
Guadalupe Posada, el gran artista gráfico mexicano. Su
artículo "Un Precursor del Movimiento del Arte Moderno: el
Grabador Posadas", publicado en agosto de 1925, destacó por
vez primera a Posada como un artista. (La primera mención del
nombre de Posada está en el primer artículo del
ingeniero Juan Hernández Araujo, del 11 de julio de 1923).
Antes de Charlot, el trabajo de Posada era conocido solamente como
anónimo "folklore" mexicano. De hecho, había sido
llamado por el gran Dr. Atl como arte popular. En efecto, este
francés, Charlot, les decía a los mexicanos:
"¡Miren! Un gigante vivió una vez entre ustedes y su
nombre fue Posada". Pronto, todo México, y después todo
el mundo, reconoció la verdad de este descubrimiento. Charlot
continuó esta apreciación en muchos otros escritos
sobre Posada y su colega, Manuel Manilla. La lista de trabajos hechos
por Manilla, publicada aquí por primera vez, será de
gran utilidad para que los estudiosos puedan distinguir las obras de
este artista y las de Posada.
A sesenta años de haberse escrito, los ensayos en
español de Jean Charlot asumen una importancia que va
más allá de su propia época: son testigos
contemporáneos de la base intelectual del movimiento muralista
mexicano. En algunos casos, estos escritos pueden corregir errores o
malas interpretaciones posteriores. Los artículos de Araujo,
por ejemplo, muestran el profundo respeto que los jóvenes
artistas profesaban al arte y la arquitectura coloniales mexicanos.
El lector puede sentir su lucha por crear un estilo nacional que
perpetuara las grandes tradiciones clásicas occidentales.
Estos ensayos también permiten, a los historiadores,
considerar la influencia intelectual de Charlot en el movimiento,
aparte de su importancia técnica, generalmente reconocida.
Charlot presentó ideas sobre el artista considerado como
artesano, del arte como ciencia, de la inspiración del arte
indígena y de la labor del investigador como ayuda que
favorece a la creación. Todas estas ideas provenían de
su formación clásica francesa y fueron ampliamente
aceptadas dentro del movimiento mexicano.
En 1926 Charlot estuvo en Yucatán, en calidad de artista
miembro de la expedición arqueológica que
descubrió el gran Templo de los Guerreros en Chichén
Itzá. Aunque este trabajo le proporcionó una forma de
vida y enriqueció su vocabulario artístico, lo
alejó de la vida cultural metropolitana. Escribió
ampliamente sobre el arte de los mayas, pero normalemente en
inglés. A principios de junio de 1929, Charlot viaja a los
Estados Unidos con el objeto de corregir las pruebas del texto y las
ilustraciones del informe sobre las excavaciones. Sin
propósitos inmediatos de conseguir un empleo en México,
obtiene uno en Nueva York y recibe, cada vez más, una
aceptación mayor en los círculos de arte
internacionales. Trabaja como muralista en ese país, a finales
de los años 30. En 1942, se inició como profesor de
arte en la Universidad de Georgia.
En 1945 retorna a México, becado por la fundación
Guggenheim para pagar su manutención y la de su creciente
familia. "¡Me dieron un subsidio como historiador, no
como artista!", decía, sonriéndose. En rigor,
sus investigaciones resultaron dos magníficos estudios de
historia del arte: Mexican Art and the Academy of San Carlos y
Renacimiento del Muralismo Mexicano 1920-1925. El estudio
clásico de Charlot sobre el gran pintor muralista mexicano
Juan Cordero, escrito en 1945, se publica íntegro en este
libro por vez primera. Hemos sido afortunados en encontrar, entre los
papeles de Charlot, la transcripción de una entrevista
radiofónica que señala detalles sobre su vida y su obra
hasta 1945. Asimismo, Charlot continuó los estudios acerca del
trabajo de José Guadalupe Posada, cuyos textos fueron
publicados en inglés. Por otro lado, él siempre
deseó compilar un catalogue raisonné completo de
la obra gráfica de Posada, pero nunca contó ni con el
tiempo necesario ni con el apoyo económico para llevar a cabo
la investigación detallada.
Durante este periodo también estudió el idioma
náhuatl, con el famoso erudito R.H. Barlow. En su adolescencia
en Francia ya había estudiado el náhuatl y en los
años veinte había aprendido a conversar en
náhuatl con la modelo e informante lingüística Luz
Jiménez. El pintor Pablo OHiggins recordaba a Charlot
conversando con ella en náhuatl mientras posaba para él
(entrevista con Lester C. Walker, Jr., 21 de Marzo, 1974). Charlot
amaba verdaderamente la literatura náhuatl y recitaba el
famoso poema Nonantzin ixkwak nimikis, La última
oración de un hijo moribundo a su madre, atribuido a
Nezahualcoyotzin.2
Nonantzin ixkwak nimiki
Motlikwilpan xinechtoka
Iwan ixkwak titlaxkalmanaz
Nopampa tichoka
Tla aka michtlaxtlaniz
Nonantzin tlika tichoka
Xikilwi Xoxoki in kwawitl
Iwan ikaion popoka
Madre querida, cuando yo muera
Entiérreme bajo el suelo de la cocina endurecido por los
pies de generaciones,
Y cuando esté haciendo tortillas,
Y pensando en mí, llorará--
Si alguien le pregunta, "¿Por qué llora?"
Responda, "La madera que puse en el fuego es verde,
y es el humo que me ahoga."
A la postre, escribió una obra para títeres en este
idioma que fue representada en la parte trasera de un camión a
través de muchos pueblos mexicanos. Charlot recordaba que los
actores añadían versos--por ejemplo, lamentando la
muerte del emperador azteca--y la audiencia escuchaba con gran
atención, no estando acostumbrados a escuchar su lengua usada
para un propósito tan artístico. (Más tarde
escribió y publicó dos obras de teatro en hawaiano).
Agradecemos al Dr. Frances Karttunen por su ayuda tan necesitada en
la edición del texto y por su valioso apéndice,
"Mowentike Chalman/Los Peregrinos de Chalma de Jean
Charlot."
En 1947 volvió a los Estados Unidos y fue nombrado director
de la escuela de arte de Colorado Springs. En 1949 recibió una
invitación para pintar un mural en la Universidad de Hawai.
Inmediatamente, tanto Charlot como Hawai se sintieron
recíprocamente atraídos, y él pasó los
últimos treinta años de su vida en Honolulú
desempeñándose como profesor en las aulas de la
Universidad de Hawai. Durante las décadas de los años
50, 60 y 70, Charlot llevó a cabo más de cincuenta
obras monumentales en iglesias y edificios públicos, a lo
largo de los Estados Unidos y en otros puntos del
Pacífico.
Al escribir a su amiga Carmen Barreda, el 29 de abril de 1965, le
expresó en español lo siguiente: "¡Aunque no he
podido regresar a México, siempre será el país
preferido de mi corazón!" En 1968, una vez más vino a
México, invitado por el gobierno, para asistir a una enorme
exposición retrospectiva de su obra, organizada por Carmen
Barreda, y que se efectuó en el Museo de Arte Moderno, con
motivo de la XIX Olimpiada. México, por fin, rendía
homenaje a "el Francesito" de ascendencia azteca, quien había
vivido en este país casi cincuenta años antes. Se
enfatizó su importancia con una segunda retrospectiva
organizada en 1994 por Blanca Garduño y Milena Koprivitza y el
gobierno mexicano.
En sus últimos años, Charlot escribió algunos
artículos en español acerca de sus antiguos amigos
artistas, a veces, trágicamente, después de sus
muertes. Raras veces escribió cartas en español y, aun
menos, conservó copias de ellas. Por esto, en la importante
correspondencia, ahora publicada, con José Clemente Orozco,
carecemos de las cartas de Charlot. Utilizó una máquina
de escribir solamente en las décadas de los 60 y 70. A menudo,
cuando los amigos mexicanos le escribían en español,
él respondía en inglés. Como consecuencia de
ello, tenemos sólo tres cartas en español, que se
incluyen en este libro. También escribió poesía,
pero no en español. Aun los "Poemas de Jean Charlot", que
aparecieron en Contemporáneos (México,
número 37, junio de 1931), están escritos en
francés.
Después de la muerte del artista, en 1979, la Universidad
de Hawai creó una colección especial, que lleva su
nombre, en la biblioteca de la Universidad. En ella pueden
encontrarse su biblioteca y archivo personales, así como la
mayor parte de sus ochocientos grabados originales, cuadernos de
apuntes, dibujos para murales y sus diarios (escritos en
taquigrafía francesa y no transcritos ni traducidos
todavía). También existen muchos trabajos de arte y
literatura de sus contemporáneos mexicanos, franceses y
norteamericanos. Esta colección se ha convertido en un centro
de estudios de arte y literatura del siglo XX, con atención
especial al arte mexicano. De sus archivos han surgido todos los
textos originales en español que componen el presente libro.
Expresamos nuestro sincero agradecimiento a la señora Zohmah
Charlot y al Señor Daniel Morse por permitirnos su
publicación. Agradecemos tambíen a la Doctora Nancy
Morris, conservadora de la colección de Jean Charlot,
biblioteca Hamilton, Universidad de Hawai, por la publicación
de este libro y a la Señora Andrea Nakamura por su ayuda
técnica para ponerlo en Internet.
Peter Morse y John Charlot
Honolulú, Hawai, 1995.
1 Las excepciones mayores son las
cartas de Charlot a Doña Luz Jiménez, la modelo,
informante y autora en náhuatl, y una noticia breve que
él hizo para la exhibición de Luis G. Serrano,
Exposición de la teoría de la Perspectiva Curvilinea
Mono-Esferica, del veintitrés de agosto al cinco de
septiembre de 1945, en el Palacio de Bellas Artes, México, D.
F. La mencionada noticia nunca apareció publicada, y la copia
que Serrano nos envió tan amablemente se perdió.
Nuestras disculpas a Serrano por este incidente. Tenemos la
traducción de Charlot de español a inglés hecha
en 1972:
Curvilinear Perspective: In itself most
interesting in its logical attack against the more scientific
elements of academic art, known as Italian perspective. The latter
proved itself a superb tool in the hands of its creators, men of
the early Renaissance, but later on it became a club with which
one could threaten the young artist who refused it
obedience.
Perspectiva curvilinea: en sí misma muy
interesante en su ataque lógico contra los elementos
más cientificos del arte académico, conocida como
perspectiva italiana. La última se ha confirmado como una
herramienta grandiosa en las manos de sus creadores, los hombres
del temprano Renacimiento; sin embargo más tarde se
convirtió en un garrote para amenazar al joven artista que
se negó a su obediencia. (Traducción de Marta
Gonzalez-Lloret)
Todos los materiales sin publicar que han sido
utilizados en este libro, se encuentran en Jean Charlot Collection en
Hamilton Library en la universidad de Hawai, Honolulu, Hawai.
2 La transcripción de Charlot
está en ortografía moderna, aprendida de Barlow. Su
traducción al inglés es de una cinta de audio hecha en
Colorado Springs, Colorado, Estados-Unidos, el 6 de mayo 1949. Verso
1, línea 4, tichoka es xichoka en la cinta;
verso 2, línea 1, mich- es mitz- en la cinta.
Mother dear, when I die
Bury me under the beaten earth of the kitchen
And when you do the tortillas
And thinking of me, you cry--
If somebody asks you, "Why do you cry?"
Answer, "The wood that I put in the fire is green,
And it is the smoke that chokes me."
La traducción de inglés a
español está hecha por Marta González-Lloret.
Arturo Morin Villasana | Venta de Piezas de Marfil |
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