Breve ensayo sobre Caligrafía Oriental |
Redacción, el 06/07, 2000 Félix Curto Recio, 2000

EXHIBICION DE CALIGRAFIA CONTEMPORANEA JAPONESA EN MEXICO *
EL CARACTER UNIVERSAL DE "SHO" *
EL CARACTER ARTISTICO DE "SHO" *
SHO CONTEMPORANEO *
SHO Y SU APRECIACION *
EL DESARROLLO HISTÓRICO DE SHO Y SUS CARACTERES *
INTRODUCCION A LA PRÁCTICA *
Bibliografía *
Apéndice: La Historia de la Escritura *
EXHIBICIÓN DE CALIGRAFÍA CONTEMPORÁNEA JAPONESA EN MÉXICO
Bajo el título de "Nippon Gendai Sho-ten" (o Exhibición de Caligrafía Contemporánea japonesa) se viene mostrando un conjunto de obras que hasta el momento han recorrido varias ciudades del mundo, incluyendo Pekín, Los Angeles, Bruselas y Seúl. Los observadores han sabido concordar en el gran significado de dichas exhibiciones. Este año la exhibición se planea inaugurar en la ciudad de México y por esa razón esperamos anticipar resultados distintos a los de las 4 previas exhibiciones, ya que China y Corea son naciones en donde se ha venido practicando "SHO" (disciplina caligráfica) y los Estados Unidos y Europa, incluyendo Bélgica, han despertado un interés por SHO como una forma de expresión espacial haciendo uso exclusivo del blanco y negro. Sin embargo, parece que el reconocimiento de SHO se viene incrementando.

Por otro lado, México no ha tenido ninguna relación, ni mostrado interés por SHO, y consecuentemente resulta difícil predecir cómo SHO vaya a ser acogido por el mundo del arte mexicano. Así he venido considerando la manera a través de la cual se pueda impartir el impacto de SHO en lo que va del arte mexicano que he observado hasta el momento.
El arte mexicano se consolida con las antiguas formas que se encarnan en sus pirámides. Sin embargo, conjuntamente con la llegada de los españoles en el siglo XVI el arte mexicano se ve influido por efectos manieristas europeos que van creando durante el largo período de sometimiento, cierta mixtura que modifica sus orígenes para formar una nueva expresión artística mexicana. Antes de iniciarse el presente siglo se arrastra una revolución política, y consigo nace una nueva nación, la República de México. Corno manifiesto de tal revolución aparece un movimiento sin precedente en la historia del arte: el movimiento moralista mexicano.
Desde entonces los grandes maestros de la pintura mural tales como Rivera, Orozco y Siqueiros se establecen como líderes del arte mexicano. Sus respectivas obras son el reflejo de una sociedad afectada fuerte y naturalmente por política e ideología. Así hasta el momento el desarrollo del arte mexicano se nos presenta marcadamente realista y por lo tanto me es posible reiterar la ausencia de cualquier tipo de expresión que se asemeje a la simbólica caligrafía oriental (SHO).
Sin embargo, después de la aparición de los 3 mencionados maestros, aparece la figura de Tamayo, quien destaca no solo por sus murales sino también por una postura ideológica que se opone a la de los muralistas. Tamayo es un artista internacional que cursa sus estudios en París y Nueva York, y sin circunscribirse al arte moralista, que de por sí esta sujeto al lugar en que se ejecuta, incursiona en la expresión libre que le ofrece la pintura de caballete. Así, las generaciones que emergen a partir de 1930, y que aún representan el arte mexicano contemporáneo, tratan de sobreponerse al "grupo de pintores muralistas" expresando su fe por la expresión libre que Tamayo supo poner en marcha, negándose al concepto de arte controlado por alguna política de manipulación que reseque el poder creativo y estandarice cualquier libre expresión. También sostienen que el grupo de pintores moralista conducen al arte mexicano hacia la Doctrina de Monroe que lo aísla de todo tipo de desarrollo o contacto internacional.
Sin duda alguna el arte mexicano está procurando su reconocimiento internacional, pero es de extrañarnos que haya pasado totalmente inadvertido del arte de su país vecino, los Estados Unidos, que durante los agitados y excitantes años 60 encabezaba el mundo del arte. El arte mexicano se desvía de los Estados Unidos, para relacionarse profundamente en un intercambio con el arte europeo, como lo hizo previamente con España.
De considerar a SHO nuevamente, es decir, al referirnos a los caracteres chinos escritos en tinta china, comprendemos que estos caracteres poseen una larga historia impartiendo significado así como también revelando obvias propiedades artísticas. Las variadas técnicas, como la aplicación de presión, el tiro y arrastre, la rápida expresión sujeta a aceleración, todo se suma al efecto de espacio, creado por el fluir de la tinta negra, como en el suiboku (dibujo a tinta negra). Básicamente, ésta difiere de la expresión de la pintura al óleo europea ya que persigue una expresión inductiva que se logra a través de la yuxtaposición de trazos del pincel. Sin embargo, parecería ser que este tipo de pincelada europea alcanza su máxima expresión durante el período renacentista. El arte contemporáneo intenta crear nuevas formas de expresión que van más allá de las normas tradicionales, desafiando sus límites por medio de expresiones espontáneas que se logran arrastrando el pincel sin penetrar en el proceso de racionalización de la pintura a partir de capas superpuestas. En otras palabras, con la adopción del ágil trazo caligráfico aparecen las obras de arte de Soulages y Hartung. Yo siento que el fluir del SUMI (tinta negra japonesa) en el espacio parece simpatizar con el expresionismo abstracto propagado por Feito.
El pasado otoño se celebró la "Exhibición de Arte Mexicano" en la Galería de Arte Moderno de la Prefectura de Saitama. En esta ocasión quisiera reparar en las obras allí dispuestas y observar su relación con SHO. Esta exhibición se organizó bajo los auspicios del INBA, o Academia de Arte Mexicano y cabe mencionar la destacable calidad de algunas obras. La expresión de la joven artista Sierra mostró vistosos colores que se difundían vagamente en una expresión abstracta que me hizo sentir que su obra se empaña de un concepto idéntico al de la pintura de tinta negra. Los trabajos de Peláez no se mostraron en ésta exhibición, pero indudablemente cargan con una sensación similar.
La brillante actividad de los hermanos Castro, quienes fueron introducidos en la última exhibición, son el tópico principal en el mundo del arte mexicano actual. El hermano menor, Alberto Castro Leñero, mostró una fecunda labor creativa. Sus trabajos me sorprendieron por su carácter espacioso y vago, con expresiones en negro y gris y sumados acentos que simulaban lluvia y que instantáneamente trajeron a mi memoria el negro discurrir de la tinta de sumi.
Hay otro distinguido artista que quisiera mencionar. Se trata de Ponce, que es el artista más representativo del arte abstracto mexicano. Ha venido creando trabajos estructurales con superficies geométricas coloreadas, pero recientemente éstas mismas superficies se nos presentan a través de un dibujo con cierta fluidez que nos recuerda al trabajo de Soulage. ¿Podría suponerse que estas tendencias sean el resultado de alguna influencia europeo?
Incidentalmente, esto me recuerda que algunos de los trabajos fueron realizados por un japonés. Aproximadamente 20 años atrás el grupo Nikakai ofreció una exhibición de su obra en México. El organizador de dicha exhibición, Kongo Abe despertó cierto gusto por lo mexicano y así decidió residir en México. En ese entonces él incursiona en la expresión abstracta haciendo uso del sumi conjuntamente con la pintura de cuadros. No sabría decir qué tipo de reconocimiento le fue otorgado por el arte mexicano, pero he de suponer que algún especialista simpatizó con su obra. La palabra "simpatizar" me recuerda otro episodio. Después que Kongo Abe se asentara en México, Mitsuto Toneyama realizó numerosos calcos (takuhon) de la plástica grabada en las ruinas Mayas, etc., que posteriormente se exhibieron en Japón y México.
Sé que esta muestra ha despertado gran interés en México, por lo tanto supongo que el interés por SUMI se ha incrementado.
La existencia de Luis Nishizawa es también importante por una razón que difiere de las anteriores. Luis es mitad japonés y mitad mexicano y es un maestro artista en los círculos artísticos mexicanos y a su Zez posee un fuerte interés por el arte japonés. En observar uno de sus trabajos, una naturaleza muerta donde destacan unos frutos dispuestos sobre un fondo indefinido, recordé los "Kaki" (caquí) que Mokkei representó en una pintura ejecutada en tinta negra. El esteta chino Zhang Yan Yuan mencionó que "el sumi posee gosai" (la tinta negra posee 5 tonos). Las pinturas de Mokkei dan la impresión de espacio utilizando el impacto de estas 5 tonalidades. Así también creo que Luis ha sabido capturar estos tonos en su retorno artístico al Japón.
Actualmente los japoneses en México son bastante numerosos y he de suponer una demanda por la expresión artística de SHO que no sólo involucra a la comunidad japonesa sino a todo el público en general. Sin embargo, yo estoy personalmente interesado en SHO como un arte relativo al arte mexicano mencionado previamente y en esta oportunidad espero con gran anticipación el tipo de reacción que pueda despertar el arte mexicano mientras toma contacto directo con ésta exhibición de auténtico SHO (caligrafía japonesa)
EL CARÁCTER UNIVERSAL DE "SHO"
Como regla general, la cultura de un país determinado se construye sobre la base de su historia y su tradición. En el mundo de los más reconocidos licores, sea éste un scotch o un napoleón, el rico aroma del cual se nutre solo pasa a ser el preferido de muchos después de cursar por largas horas de investigación y perfeccionamiento.
Después de miles de años de historia y tradición, "SHO" ha pasado a representar un arte oriental sui generis que ha fomentado e ilustrado la historia de su pueblo. Es un arte cuya belleza se desarrolla utilizando los caracteres chinos como primer medio de expresión y consecuentemente resulta un mundo difícil de explicarse en el extranjero. Pero la belleza no tiene límites y más aún lo que ha sido venerado como tal en oriente no es posesión exclusiva del oriental. Es necesario entonces que el resto del mundo pueda comprender y apreciar la belleza de "SHO", para que de esa manera los distintos aspectos de la cultura tradicional japonesa tales como el teatro Noh, Kabuki o el Budismo Zen, etc. resulten comprensibles bajo el cristal que los mantiene íntimamente vinculados, Esta oportunidad cobra un importante significado en la medida que va a detonar un contacto directo con gente de distintos países y as¡ implantar un intercambio cultural a través de lazos de comunicación constante.
Los últimos años no sólo han sido testigos de un interés que aumenta rápidamente con relación a los conceptos generales de belleza oriental sino también han dado lugar a otros grupos de gente que desea aprender y apreciar el arte de "SHO" más allá de conocer la lengua, el caracter chino o a la raza de la cual procede. En esta ocasión y a través de "SHO" sería interesante fomentar el intercambio cultural entre cada uno de los países y cumplir con un esfuerzo conjunto por introducir y divulgar la inspiradora belleza de la cual se nutre.
Estoy convencido de que SHO no es un producto especial japonés ni oriental sino mas bien un legado estético que le pertenece a todo el mundo.
EL CARÁCTER ARTÍSTICO DE "SHO"
El caracter artístico de "SHO" se puede resumir en los 3 siguientes puntos:
a) Arte creado en el área de actividad de un calígrafo en el cual un caracter, o grupo de caracteres se escribe obedeciendo ciertas normas y regulaciones que conciernen su construcción cuando éste se utiliza como signo. Así también cada carácter es poseedor de un significado. "SHO" se crea haciendo uso del caracter (kanji) cuyo contenido se ve enmarcado de rígidas reglas tradicionales. De tal manera "SHO" cobra vida plena cuando el calígrafo asimila el significado del Kanji, lo impregna de una carga de subjetiva emotividad y la transmite a través de su arte. El calígrafo también utiliza el kanji como medio o motivo para expresar su propia percepción de vida.
kanji
b) Arte, resultado de la contienda de un solo impulso.
En el escribir de uno o más caracteres es indispensable que el calígrafo utilice líneas y puntos que resuelvan su concepto en un impulso, manteniendo un movimiento continuo hasta la terminación de la obra. En caso de toparse con algún descontento o equívoco, el calígrafo no podrá detener se movimiento ni pensar o razonar en la enmienda de su error. Así pues el calígrafo deberá tratar de expresar en su trabajo un corazón franco y puro y un espíritu que exceda su propia conciencia.
c) Arte, viabilidad hacia la realización personal. "SHO" se logra haciendo uso de sumi, tinta monocroma negra que no distrae al artista en el deseo de encontrar distintos efectos de color o forma. "SHO" debe realizarse de acuerdo al orden de "Vida" que emana naturalmente sin imágenes o ideas preestablecidas.
Consiguientemente, cada uno de los trazos aplicados sobre el espacio en blanco, es decir, el punto, la línea y la cualidad de construcción general de la obra, expresan el ánima particular del calígrafo así como también el reflejo fiel de su propia conciencia.
El calígrafo no es poseedor de un talento natural del cual se nutre desde una edad prematura, sino más bien, es aquella persona que simultáneamente con el transcurrir de los años observa estricta y detalladamente la maduración natural de su obra. Por consiguiente, a través del aprendizaje de "SHO" cualquier persona puede realizarse como tal.
SHO CONTEMPORÁNEO
Para empezar creo necesario puntualizar lo que denominamos como SHO contemporáneo y distinguirlo de lo que no es SHO contemporáneo.
SHO es el término que ha de atribuirse a una particular afectación que se desprende de la percepción incidental de "la manera de escribir" en el mismo momento en que se escriben los caracteres. El ideograma primero es leído, su significado asimilado y después de escribirse claramente el mismo ideograma termina por cumplir su función.
La manera particular como el ideograma se escribe -sus cualidades distintivas y la impresión que nos causa, etc.- es lo que calificamos como SHO. De ser así, SHO habría despertado cierto interés en distintos países del mundo, escribiendo en sus respectivas letras. Sin embargo, habría que preguntarse, ¿por qué solo los pueblos de China y Japón (países donde se utilizan los caracteres) han mostrado tal interés? La respuesta yace en el singular y atractivo aspecto formal de los caracteres (kanji) y su derivado alfabeto fonético (kana).
kana
De acuerdo al trazado de un caracter (sea este el kanji introducido por China o el kana creado por los japoneses) es que se hace posible intensificar o enaltecer una obra de SHO.
La cultura japonesa ha sido sometida a una larga historia de influencias de orden tanto material como espiritual del entonces adelantado país de China. Mientras éstas influencias se asimilan y adecuan al espíritu japonés, se va implantando un imponente desarrollo armónico que facilitaría la consolidación de su identidad.
El Japón se consagra totalmente a la China, se deja cautivar por su espíritu y el insuperable estilo y personalidad de su SHO, y así, respetando su trazo, empieza a sentir cierto orgullo en el copiado de sus trabajos.
Ciertamente, la fuerte impresión que nos causa una obra creada en China es símbolo del incomparable espíritu y actividad artística que sirve como testimonio de la maestría de su SHO.
En el Japón de antaño los ejecutantes de SHO han sido reputados representantes de la cultura de su época. Cada uno de ellos, con sus características personales nos han dejado un importante legado a través de los trabajos de SHO.
Por otro lado, mientras se iba anhelando un estilo similar al chino originario, en el Japón se suscitan transformaciones históricas que habrían de afectar el carácter personal del artista-escritor. Es posible que este hecho se mantenga inalterable hasta nuestros días.
Sin embargo la derrota en la Guerra del Gran Este Asiático significó un cambio radical para el Japón, su historia y su concepción de vida.
Un cambio histórico que implicó el resquebrajamiento de un tipo (le vida feudal, en donde el estatus, grado o posición social sinónimo de identidad dio paso al sumo respeto por el ser humano como individuo. En otras palabras, la conversión a otro tipo de concepción de vida-
Esto significó también un cambio en los corazones de quienes escriben SHO, aspiran SHO y observan una obra de SHO. Yo pienso que el espíritu que aspira por lo sublime es inalterable a través del tiempo. Por otro lado, los ideales de aspiración y reafirmación personal que sostienen la visión de un mundo democrático son parte constituyente de la concepción de vida del hombre japonés que se evidencia a través de su historia. Dependiendo de como se asimila esta concepción de vida es que un trabajo de SHO es reconocido como SHO contemporáneo.
Una de la particularidades de SHO es, primero, su "permeabilidad". En un principio, se persigue el "copiado" de la escritura de un renombrado y admirado maestro Chino o japonés, para luego liberarse de sus enseñanzas e iniciarse en el camino hacia al expresión del ser individual y convertirse en su propio modelo.
Después de atravesar por un período de fuertes regulaciones personales, de adaptarse a 1¿ escritura prescrita y a la forma de apreciar si belleza, el individuo toma precedencia y como ser humano compara su posición, su vida y su trabajo al de su maestro. De ahí que la obra de SHO contemporáneo resulta de 1a comparación de su propia individualidad y la de su maestro convirtiéndose en el símbolo de sus más fuertes aspiraciones.
Por lo tanto, la comprehensión de SHO y su distinción del SHO tradicional se hace posible realizando simples comparaciones, con pureza y voluntad, confrontándolas con conceptos de superioridad o inferioridad. De esta manera las enseñanzas y deseos de los maestros HAKUIN y RYOKAN han logrado penetrar en nuestra conciencia de modernidad.
SHO Y SU APRECIACIÓN
Antes de incursionar en la apreciación de una obra de SHO es necesario aclarar algunos aspectos relacionados al tipo de arte con el que tratamos para así poder acercarnos a sus fundamentos.
La forma abstracta de un determinado caracter no es medio suficiente para describir a SHO como un arte abstracto. Sin embargo, al observar un caracter es posible notar como los puntos y líneas están sujetos a cierto movimiento particular. Así también, si observamos el trazado de una obra de SHO es posible reconocer un ritmo fresco y animado que parece cargar con un ser de vida propia.
SHO podría describirse no solo como un arte plástico sino también como un arte a través de cual el tiempo cobra vida plena. Momento tras momento esta energía viviente va quedando impresa en el ritmo de su ejecución. De ésta manera, las líneas que van a conformar un caracter no solo sirven para describir su naturaleza gráfica, sino también son trazos descritos rítmicamente que van expresar una emoción o sentimiento determinado. Es así como en las manos de su creador, la obra de SHO se convierte en la expresión de] estado mental de una persona que impregnado de un sentimiento de vida, lo acoge y conduce a los aspectos más profundos de su expresión artística.
En la apreciación yace el origen de un trabajo creativo. Al observar una obra nos vemos sometidos a varias sensaciones que son el resultado de nuestra primera impresión. Sentimientos de fortaleza, claridad, solidez, de cierta ordenación, imposición, tranquilidad, calidez, gentileza, intensidad, etc. son uno de los tantos que pueden ser transmitidos.
Los sentimientos antes mencionados se hacen cada vez más evidentes en la medida en que se disponen y comparan trabajos de distintas tendencias.
Uno de los aspectos más importantes en la apreciación de una obra de SHO es penetrar intuitivamente en la esencia de su ser de manera que uno pueda asirse a la fuerza que la mantiene viva y facilitar un contacto directo entre los respectivos espíritus de quienes aprecian la obra y quienes la crean.
SHO es el arte de la línea y por esa razón creo que también es posible considerar los caracteres o letras de cualquier otro país como un vehículo para expresar el espíritu viviente que yace en cada una de sus líneas.
El arte no posee fronteras. Consecuentemente es posible escribir en la lengua materna que cada uno utiliza. De ubicarnos en una plaza con miles de gentes compartiendo un sentimiento de vida común hemos de suponer el roce de varios corazones que simpatizan mutuamente.
Ahora estamos en capacidad de preguntarnos ¿cuál de las obras nos ha impresionado mayormente? ¿Por qué ha sido esa la elegida? ¿Qué sentimiento ha despertado en nosotros? Al fin y al cabo cuanto más oportunidades de observar una obra se nos presenta, más nos acercamos a comprender su contenido.
EL DESARROLLO HISTÓRICO DE SHO Y SUS CARACTERES
El origen de los caracteres que se utilizan hoy en día se remonta a las llamadas "inscripciones en antiguos huesos oraculares y conchas de tortuga" halladas a mediados del período Shang, alrededor del año 1500 a. C. y es atribuido a pobladores chinos que habitaban cerca al río Amarillo. Durante este período las inscripciones en huesos y conchas fueron grabadas para registrar resultados de adivinaciones. Entre ellas es posible reconocer una numerosa cantidad de jeroglíficos, signos y otros temas modelados con destreza en balanceadas formas.
Durante la Dinastía Chou (aproximadamente 1200 a. C.) o apogeo de bronce, unos caracteres denominados "KINMON" se fundieron en un cuantioso número de calderos de tres patas, vasijas planas y demás artefactos utilizados en rituales de la corte. En muchos de estos peroles se reconocen caracteres que parecen dibujos y signos jeroglíficos realizados con dignidad, compostura y consumada destreza.
En el Período Chin (221-202 a. C.) el primer emperador unifica todo el estado y conjuntamente se estandarizan todas las escrituras. Por el desempeño de esa gran labor se construyen monumentos de piedra que enaltecen su figura en varias localidades. Esta escritura se denomina SHOTEN (escritura de sello menor) o SHINTEN (escritura de sello Chin), dominada por una construcción cuyos elementos en la izquierda y derecha son pronunciadamente simétricos.
El Período Han (202 a. C. -220) en el zenit de su prosperidad, destaca por el registro de eventos y notas epistolares descubiertos en placas de madera y bambú, monumentos de piedra y monumentales inscripciones en acantilados. En estas placas de madera y bambú se despliegan varios tipos de escritura trazados con pincel, tales como TENSHO (escritura de sello), REISHO (escritura de amanuense), GYOSHO (escritura semicursiva) y SOSHID (escritura cursiva). Los monumentos se trazaron en una escritura denominada HAPPUNREI que se distingue por su aspecto plano y por su bello y vigoroso movimiento ondulado. Antes del HAPPUNREI, la escritura REISHO se conoce como KOREI.
Durante las Seis Dinastías (220-589) en el sur del río Yangtze, aparece el inigualable maes- tro de SHO, OGISHI, con un SHO original, pleno de elegancia y refinamiento. Al mismo tiempo las razas del norte empiezan a usar un caracter de efecto robusto y moderado denominado KAISHO (escritura cuadrática o en bloque), descubierto en magníficas inscripciones, epitafios y monumentos de piedra.
Con la unificación de las Dinastías del Norte y Sur, durante el Período Su¡ (589-618), la cultura Han, que gozaba de una gran reputación fue asimilada por la Dinastía Táng (618-907) conjuntamente con su política de gobierno. Las obras de SHO de los períodos Su¡ y Tang comenzaron a adoptar la pincelada de trazo fuerte y ágil conjuntamente con la forma de los caracteres creados por las razas del Norte. Especialmente durante la Dinastía Tang se desarrolla una política cultural centralizada en Ogishi que impide la adopción de otro tipo de SHO.
Inclusive más tarde, la política cultural de los períodos Sung, Yuan (mongol), y Ming se dejaron permear por el estilo personal de Ogishi, pero la súbita aparición de diferentes tendencias empezaron a marcar el paso hacia el desarrollo de la apreciación formal de SHO. Durante el período Ching o Manchu (1616-1912) la calidad del estilo creado y desarrollado por las razas del norte se reconoce por primera vez, y después de la fundación del estado, el mismo folio de calcos de estos reconocidos trabajos se revaloran en manos de YOSHUKEI quien los introduce a calígrafos del período Meiji en el Japón.
Hasta entonces el Japón no gozaba de un sistema de escritura propio y sólo después del siglo V la escritura se transmite desde la China para dar inicio a la llamada cultura escrita. Posteriormente a mediados del período Heian (7941192) la escritura KANA empieza a utilizarse en cartas y diarios escritos por mujeres. La escritura KANA deriva de la versión simplificada de la escritura cursiva (soshotai) del caracter chino (Kanji) que evoluciona en el singular silabario fonético japonés. Debido a su práctica naturaleza se ha venido utilizando ampliamente y su gracia y elegancia han colaborado en el desarrollo de la belleza de SHO. Durante la edad de oro de éste periodo numerosos trabajos realizados en KANA han enaltecido a SHO con su extraordinario nivel artístico.
Con la llegada del período feudal, el refinamiento del espíritu artístico propio del Japón se dispersa, las pioneras tradiciones artísticas se estandarizan y la escuela de IE se asienta hasta el final del gobierno de Tokugawa sin patrocinar mayores desarrollos.
Cuando el período de aislamiento nacional termina durante el gobierno de Tokugawa, una innumerable cantidad de documentación y calcos de monumentos de piedra viaja a Norteamérica, y consigo los conceptos de SHO se reforman, los clásicos se investigan minuciosamente, se trazan las bases para el estudio de RINSHO (caracteres que son imitados de algún libro-modelo) y su desarrollo apunta a la creatividad.
Después de la guerra, una fértil y vigorosa actividad aspiró la apreciación de un público que hasta entonces no pudo disfrutar de tal manifestación artística. En otras palabras, el llamado a una apreciación de orden intelectivo y espiritual trajo consigo la transformación de SHO. Así también, la influencia que acarreó el arte occidental, sumado a la idea fundamental de las artes de incentivar la expresión personal, la reafirmación y la conciencia de un ser viviente símbolo de su época, ha impulsado los ideales de un SHO contemporáneo.
Hoy en día, fuera del círculo de los Kanji, es posible anticipar y observar el desarrollo de trabajos que no confieren sus bases a una naturaleza global o consenso nacional. Sin embargo, esto significaría cruzar sobre la línea que demarca las bases de un nuevo género artístico y raíces de SHO.
INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA
En el Japón, a la persona que incursiona por primera vez en cualquiera de las artes se le tilda de "SHOSHINSHA", es decir, el que aprende de corazón.
Con relación a la práctica de SHO, hay dos puntos a los que quisiera referirme. El primero consiste en no aferrarse a la forma del caracter chino (kanji) y el segundo es la disposición de nuestros instrumentos y materiales.
SHO es un arte que se engendra en el mismo terreno en que se escriben los caracteres. Originalmente estos se importan de la China cargando consigo un profundo significado y un atractivo artístico sin igual. Sin embargo, aprender SHO en un país distinto al de su procedencia y desarrollo, pudiendo inclusive investigar la estructura y el origen de los caracteres, es una tarea ardua y difícil.
Aproximadamente 1200 años atrás el Japón crea el Hiragana y Katakana (nombres asignados a los 2 tipos de silabario japonés) que se siguen utilizando hasta hoy en día en combinación con el caracter chino (Ka'nji). Es mi pensar que la primera tarea a intentarse es la de escribir en hiragana, katakana o en la lengua del país de procedencia.
El segundo aspecto importante al que me referí con anterioridad es el de los instrumentos y materiales a utilizarse. Estos son el pincel (fude), la tinta (sumi), el papel (kami), el peso o pisapapel (bunchin) y la hoja de apoyo (shítajiki). El pincel se produce a partir de lana de oveja, crin o cola de caballo y del pelo de muchos otros animales. También es factible escribir con el pincel para pintura al óleo o fabricados a partir de hojas o plumas.
La tinta tradicionalmente se nos presenta en forma de tableta. Esta se reduce al frotarla con una piedra de lima porosa (suzuri) y se va mezclando con el agua depositada para alcanzar su estado líquido. Actualmente el mercado nos suple de una tinta líquida compuesta de carbón y resinas sintéticas así como también del negro de acuarela diluido al punto deseado.
En cuanto al papel, este puede ser de procedencia China o Japonesa. Este útimo, denominado GAZENSHI posee un gran poder de absorción y una capacidad de expresar el cálido y abrazador flujo de la tinta y, la aspereza de un diestro trazo caligráfico. Sin embargo, la distinta capacidad de absorción de cualquier papel blanco delgado puede utilizarse para servir el mismo propósito.
El siguiente instrumento es el pisa papel o peso para afirmar la superficie en blanco. Este puede ser una piedra o un metal pesado.
Finalmente la hoja de apoyo o cuadernillo de base consiste en una tela de lana de aproximadamente 2 mm. de espesor. Si tal producto no es asequible, cualquier papel periódico es igualmente utilizable. El papel se extiende sobre la hoja de apoyo, se afirma con el pisa papel y después de estirarlo todo queda preparado para la ejecución.
Bibliografía
Anderson, Charles. Lettering. Van Nostrand, 1969.
Ballinger, Raymon. Lettering Art in Modern Use. Van Nostrand, 1965.
Steinberg, S. H. Five Hundred Years of Printing. Penguin Books.
Hughes, Rose Marie. La Evolución del Alfabeto. Univ. Autónoma Metropolitana. México.
Antona, Diego. Arte y Bibliotecas en los medios, The Medieval Miniaturæ Compendium Project, http://mmc.unam.mx, UNAM, México
Apéndice: La Historia de la Escritura
Es difícil seguir una evolución lineal desde los inicios de la Historia de la escritura, ya que su desarrollo es la suma de muchas aportaciones de diversas culturas. Aquí se trata principalmente la rama del alfabeto latino y su desarrollo hasta el momento en que surge la imprenta.
Los cambios en la formación de la escritura se realizaron durante varios siglos. Probablemente cuando el habla llegó a un alto grado de perfección, apareció la necesidad de recordar y presentar el lenguaje de una manera más concreta que la verbal.
Los comerciantes, por ejemplo, necesitaban recordar sus transacciones mercantiles. El remedio se encontró tras una serie de dibujos representando cosas y numerales. Estos dibujos se llaman pictogramas y se les encuentra en la escritura egipcia (3.000 a. C.) en signos llamados jeroglíficos. Los griegos usaron un sistema de sellos impresos en tablas de barro. Algunos de ellos están en forma de caracol y empiezan desde el centro.
También la escritura cuneiforme fue una serie de símbolos representando pictogramas. Cada símbolo se refería a una persona, lugar o cosa y era útil cuando representaba objetos materiales, aunque se volvía limitado cuando se trataba de ideas abstractas.
De ahí la necesidad de representar pensamientos por medio de los mismos símbolos (pictogramas) complementados por otros símbolos representando ideas. Los ideogramas se refieren a los símbolos usados para representar las ideas. Sin embargo, algunos pictogramas e ideogramas podían referirse a las dos cosas: materiales e ideas al mismo tiempo. Un símbolo puede ser un pictograma y un ideograma.
Como ejemplos están los dibujos que representan una puesta de sol, una boca, una pipa o una hoja de laurel; que se traducen como pictogramas: la cosa en sí. Sus interpretaciones, a partir de ideogramas, serían algo distintas: una puesta de sol se traduciría como la muerte; una hoja de laurel, el honor.
Las escrituras actuales de los chinos y japoneses se basan en el sistema de pictogramas que indican más de 3 mil símbolos para leer textos ordinarios.
A parte del problema de la cantidad de caracteres necesarios, por lo general los pictogramas e ideogramas son lentos en su elaboración e insuficientes.
Las primeras culturas, así como las órdenes religiosas, tenían que producir documentos, archivos, impuestos, leyes y crónicas históricas.
En las ciudades, la población aumentaba y la necesidad de crear una forma escrita de su idioma fue indispensable.
Buscando una manera más rápida de producir los dibujos, los egipcios empezaron a dibujar los pictogramas con un instrumento plano y ancho. Este primer paso de dibujo caligráfico se llamó escritura hierática y fue creada por los sacerdotes. Fue el comienzo de un alfabeto de símbolos abstractos. Actualmente, hierático quiere decir escritura religiosa sobre piedra. Es simplemente una claca de los jeroglíficos con una esa pluma y esta nueva forma es totalmente abstracta y muy distinta de las cosas concretas reconocidas en los jeroglíficos.
Una forma más rápida de escribir surgió en la escritura egipcia, llamada demótica: del pueblo (siglo VIII). Esta escritura surgió después que se formó el alfabeto latino.
Alrededor del año 2.000 a. C. se formó un sistema de símbolos llamados fonogramas, representando sonidos. Cuando los símbolos finalmente se interpretaron como sonidos elementales de la voz humana empezó el verdadero alfabeto. En el pueblo de Israel se desarrolló un alfabeto que se llama semítico. De este simbolismo derivan los alfabetos fenicio, arameo y hebreo. Por el comercio desarrollado entre estos pueblos, usaban los mismos símbolos básicos para la comunicación escrita, aunque cada cultura tenía su propio idioma representado.
Este fue un gran avance de los fonogramas, ya que pudieron ser adaptados a cualquier idioma. La escritura, por medio del alfabeto, se leía en un principio de derecha a izquierda.
Los fencios tenían un alfabeto de 22 caracteres bien desarrollado en el año 900 a. C. Era un alfabeto construido solamente por consonantes; las vocales eran inferidas en el texto. Hay también ejemplos de escritura bostrofedón, que se leía como si se estuviera arando la tierra: una línea de izquierda a derecha, la que seguía de derecha a izquierda, etc., a dirección de la letra cambiaba dependiendo hacia dónde iba la línea.
Los griegos hicieron varias modificaciones al alfabeto que habían adoptado los fenicios. Algunos símbolos fueron adaptados para sonidos vocales. Empezaron a escribir de izquierda a derecha regularmente. Con su admiración por la perfección y su fascinación por la geometría, cada símbolo fue delicadamente diseñado según estos principios.
Centro de Artes "Parque Forestal" | Calidad Total |