Todos los pueblos han empleado el dibujo y la pintura en sus primeros manuscritos para adornarlos o para hacer el texto más claro. A menudo, la pintura misma ha contribuido a la formación del alfabeto. Este fue el caso del pueblo armenio cuyo alfabeto fue creado en el año 405
por Mesrop Machtots. El deseo de los armenios de tener libros escritos en su lengua y no ya en griego o en sirio fue tal, que el siglo V
se tradujeron y escribieron numerosos libros religiosos, históricos o científicos. La iluminación de los manuscritos fue ejecutada por una parte bajo la influencia del arte cristiano venido de Siria, en donde existían desde el siglo VI
manuscritos ilustrados (Evangelio de Raboula, de 586
) y de otra parte bajo la influencia de las pinturas murales armenias del siglo VII
(Lmbat, Aroudj). Estas pinturas murales prueban la existencia de tradiciones artísticas autónomas en Armenia. Se puede constatar admirando los capiteles de al basílica de K'asakh (siglo V
), adornadaos con motivos inspirados en el arte pictórico de Ourartou y de monumentos de la cultura helénica de Armenia (bajorrelieves y mosaico de Garni).