En el año 1200 se constituyeron las grandes cancillerías y la burocracia pontificia, francesa e inglesa, y las notarías se consolidaron en el mediodía francés. El desarrollo de la vida económica, del comercio y de los movimientos bancarios multiplicaron las razones para escribir. La escritura asumió formas caligráficas y amaneradas en los códices solemnes, en los documentos presentaba una gran variedad de tipos cursivos todas estas formas se llamaron "escritura gótica".