Escrituras insulares: Irlanda e Inglaterra, al recibir directamente la cultura romana en los siglos V y VII a través del cristianismo, organizaron células activas de vida intelectual y de transcripción de códices en sus centros episcopales.
Escritura visigoda: Durante la época visigoda apareció en España una escritura que permaneció estrechamente ligada a la escritura romana vulgar. Se utilizó para documentos y manuscritos.
Escritura merovingia: Poseía una grafía elegante. El tipo utilizado se llamaba a - z por la forma extraña de esta última letra se utilizó desde el siglo VI al VIII.
Minúscula cursiva de la Italia septentrional: En el norte de Italia la forma insular influyo en Bobbio, mientras que las escuelas capitulares de Verona, Vercelli y Lucas utilizaron la escritura común del siglo anterior.
Escritura beneventana: Se desarrolló basándose en la escritura común un tipo de escritura bastante original llamada beneventana que se mantuvo hasta el siglo XIII.
Escritura curial romana: La cancillería pontificia continuo utilizando la escritura común pero con particularidades como un trazo muy ancho, con curvas amplias, palos muy altos hacia arriba y hacia abajo, líneas muy separadas en la "curial antigua".
Escritura curialesca: Utilizada en las curias de Nápoles y por los escribas públicos de Gaeta y Amalfi, era muy artificiosa.